30.9.08

La Gota Traicionera

¿Por qué existe la gota traicionera?

Todos los hombres odiamos la gota traicionera. Y es traicionera porque si te desapareces de una reunión y tus amigos te preguntan: -”¿Adónde fuiste?”- Y tu respondes: -”A mover el coche”.- La gota en el pantalón te pone en evidencia, te traiciona. -”¡No es cierto, fue a hacer ‘chis’!”.-

La gota traicionera siempre se manifiesta en el momento menos indicado, por eso es traicionera. En una cita importante con una chica que te gusta, en una cena importante de negocios, o en el momento en que pasas al estrado en la iglesia a leer el Evangelio dominical.

-”Cientos, miles de especialistas y científicos alrededor del mundo han tratado de encontrar la solución para la gota traicionera”- declara el doctor López, especialista en urología -”Algunos sugieren un calzón con una especie de toalla absorbente integrada en la parte delantera.”-

Pero esto asegura los pacientes que lo encuentran demasiado femenino. Además surgió el cuestionamiento de: -”¿Será intercambiable o los calzones serán desechables? Yo nunca me hallé” - dice Jaramillo, abogado -”Nunca me pude acostumbrar a andar todo el día a caballo.”-

-”Algunos varones”- señala la doctora en psicología Peralta -”Usan la técnica de: ‘¡Sacude, sacude, sacude, espera, espera, espera, y otra vez sacude, sacude, sacude!.’ Esto ha dado ciertos resultados, pero los afectados son los hombres que se encuentran cerca del paciente”- finalizó.

-”No existe una técnica realmente efectiva, ya que la gota traicionera puede brotar al minuto o a los cinco minutos, no es predecible ¡por eso es traicionera!” -explica la doctora Homburgerson, médico cirujano y especialista en sexualidad humana reprimida y tratamiento psicológico para aceptar penes ridículamente diminutos o absurdamente morrocotudos.

Asegura que el problema de la gota traicionera afecta a cientos de miles de hombres, no importando el tamaño del miembro, pero sí el del pene. Eso ya lo sospechábamos pero es bueno que una doctora lo constate. Ella dice que muchos hombres llegan preocupados a su consultorio para tratarse de este mal, pero, según sus propias palabras: -”Siempre los mando al diablo, porque no se trata de un mal quirúrgico, tiene más que ver con la fuerza de gravedad del planeta, y yo no soy geóloga.”- puntualizó.

La doctora se ha rehusado rotundamente a tratar a personas que sufren de este mal, incluso, le llevaron un changuito cilíndrero que sufría de este padecimiento, ya que los ataques de la gota traicionara lo afectaban unos 15 minutos después de la micción; de tal forma que mientras hacía sus monerías para deleitar a los espectadores, salpicaba a los niños de la primera, segunda y a veces la tercera fila, lo que le reducía en 50% la posibilidad de ganar buenas propinas de los paseantes.

La solución para el mico fue ponerle un pañal, esto hizo su acto aún más gracioso, pero sobre todo seco y seguro para los menores. -”Sin embargo no se le puede poner pañales a un ejecutivo de 40 años”- declara la doctora-”Estos individuos tendrán que seguir ocultándose detrás del escritorio, o cubriéndose con la mochila o portafolios”- finalizó.

-”Oh si…yo procuro no ir al baño en la mañana”- relataba Tito Colmena vendedor de armas químicas y armador de cabezas de plutonio del sur de California.

-”Si… lo recuerdo muy bien porque todos los días viajo en el Bus, y es muy desagradable ir de pie frente a alguien sentado y que de repente sientas esa maldita gota resbalando por tu piel, eso me avergüenza mucho, y no me gusta sentirme avergonzado.”-

Se le preguntó si su trabajo no le avergonzaba, dijo que no. Renata Malacara, es una viuda de 48 años que vive en los suburbios: -”Toda mi vida he tenido problemas de sobrepeso”- comenta mientras ingiere un litro de helado de menta con chispas de chocolate de Holanda.

-”Desde niña tenía que soportar el ser objeto de las burlas de mis compañeros del colegio, los chicos no querían salir conmigo, y…”- Se le preguntó si podía enfocarse sobre el tema de la gota traicionera. -”Ah, sobre eso no tengo nada que decir”- finalizó.

1 comentario:

  1. Anónimo9:38 a.m.

    Estoy de acuerdo con Renata.. las burlas por sobrepeso han marcado a la sociedad, yo mismo he hecho burla de este problema tan grande y me siento avergonzado.. pero me da gusto que encontro su alma gemela aunque ya haya fallecido, seguramente alguien que la acepto por su forma de ser y no por su fisico...! Felicidades Renata!!

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